Hoy nos toca hablar de despilfarros. Vamos a hablar de los Elefantes Blancos. Un elefante blanco, en arquitectura, se considera aquella obra en la que su coste es desproporcionado para su uso. Algunas de estas obras son abandonadas, se acaban utilizando para otra cosa de la que estaba planeada o directamente no se llegan a terminar. Habría muchas obras que se podrían colocar en esta lista que seguro se podrían poner en este listado. Estoy seguro de que se os ocurren muchos. De hecho tengo un arquitecto español “favorito” en este tipo de anécdotas pero mejor me lo voy a ahorrar, ya que no quiero ser demandado.
Aquí pongo algunos de los que más me llaman la atención:
Uno de los más llamativos para mí es éste: la Ciudad de la Cultura de Galicia de Peter Eisenman. Me resulta chocante por varias razones pero sobre todo porque aún diseñada por un arquitecto de gran renombre el edificio responde más a la vanidad que a una necesidad real. Los edificios están realizados para las personas y este conjunto no ayuda ni aporta nada al entorno. Ni siquiera fue terminada, se podría decir que está en desuso y su número de visitantes es increiblemente bajo.
¿Qué puede ser mejor que construir un hotel en un país al que nadie quiere ir? Esta es la realidad del hotel Ryungyong en Corea del Norte. Este mastodóntico edificio se encuentra en medio de la capital de un país en el que, debido a su dictadura, el turismo no es escaso sino lo siguiente.
Este edificio fue concebido como un monumento para mostrar la grandeza de Corea del Norte. Lo único para lo que ha servido es para entrar en guías de arquitectura como uno de los edificios más feos del planeta.
Imagina un centro comercial de 900.000 m2 completamente vacío. ¿Difícil verdad? Imagina entonces 83 campos de fútbol junto. Un pelín grande diría cualquiera. Esta monstruosidad de edificio fue construido en China y tiene cuatro veces el tamaño de otro Elefante Blanco como es la Estación Central de Autobuses de Tel Aviv.
Sólo 47 establecimientos se hayan abiertos y no han escatimado en dinero para su realización: una réplica del Arco del Triunfo, otra del campanario de San Marcos de Venecia e incluso un parque de atracciones con una montaña rusa gigante. Todo realizado aparentemente para nadie.
Este estadio fue sólo una cereza en el gran pastel que fueron los Juegos Olímpicos de Montreal, considerados como los mas costosos y peor organizados de todos los tiempos. El presupuesto gastado en estos juegos superó 12 veces por encima del presupuesto inicial y llevó a pagarlo durante 30 años a través de los impuestos de los canadienses.
A día de hoy y realizado en 1987 sigue abandonado y su techo se considera en peligro de derrumbe.
Lo pongo no sólo por ser famoso en España sino porque, en números, su desastre económico se iguala al Estadio de Montreal. Los costos reales del aeropuerto en sí fueron de 450 millones de euros pero después de la expropiación de los terrenos y la inversión de tenerlo abierto durante 4 años podría duplicar su precio original.
Este aeropuerto nació como un proyecto privado para beneficio privado, según la BBC, y antes de la crisis económica no era difícil sacarlo adelante. Aun así no sé qué se pensó para la realización de un aeropuerto internacional en una ciudad de 75.000 habitantes.
Por supuesto hay otros aeropuertos que caerían en esta categoría como el de Berlín Bradenburg. Vale la pena echarle un vistazo.
Y por último pongo uno de mis favoritos, y que quiero visitar: el Palacio del Parlamento de Bucarest. Es el tercer edificio más grande del mundo y es un verdadero monumento al gasto innecesario y la opulencia.
Este edificio fue construido durante la época comunista de Rumanía. La obra era tan descomunal que obra comenzó en 1985 y finalizó en 1997. A día de hoy el edificio está desocupado en un 70% y su coste de mantenimiento se estima en unos 6 millones de euros al año.
Estos son sólo unos poco ejemplos. Os invito a buscar más porque detrás de algunos de estos grandes desastres se encuentran historias muy interesantes. Sobre todo de que no hay que hacer y así tomar ejemplo para el futuro.