¿Te suena el nombre de Ralph McQuarrie? Seguro que no (a no ser que seas un cinéfilo empedernido). Detrás de este nombre está el diseño de la arquitectura del universo de Star Wars. Prácticamente de todo lo que conocemos a día de hoy de Star Wars de hecho. Y es que de este universo se puede hablar mucho, pero hoy quiero hablar de su arquitectura en líneas generales.
Cuando aún estaban en la pre-producción de la primera película de Star Wars, George Lucas buscó a un diseñador que pudiera crear el bestiario, la arquitectura y la ambientación en la que se basarían todas sus películas. Este trabajo recayó sobre Ralph McQuarrie el cual con sus ilustraciones definió sus ciudades, bestiario, planetas y sobre todo, al gran villano que cautivaría a varias generaciones: Darth Vader.
Los principios que George Lucas le dio a este gran diseñador marcarían la tendencia de toda la estética de este universo. Ralph diseñó una arquitectura muy estudiada y adaptada a cada espacio. Posteriormente se catalogaron 3 ramas tipológicas: local, industrial e imperial.
En la arquitectura local se nota el cuidado por parte de los diseñadores de hacer ciudades y ambientes que con un simple vistazo parecerían que existen desde hace mucho tiempo. Se basan en los principios de lo que podemos llamar “la arquitectura del lugar” o arquitectura vernácula. Cada edificio, cada casa se realiza en respuesta al habitat en el que está y al conocimiento ancestral heredado. Por ejemplo, los materiales utilizados son los del sitio en el que está como en Tatooine y Mos Eisley en el que los edificios son realizados en adobe y todos tienen el color rojizo del desierto o en la luna de Endor en la que las casas de los Ewoks están en torno a los árboles, hechas de la misma madera y presumiblemente lejos del suelo donde pudieran haber depredadores. Si os paráis a ver cualquier de las películas lo podéis ver también en la ciudad de Otoh Gunga o incluso la misma casa del maestro Yoda en El Imperio Contraataca.
Luego podemos ver la evolución de la arquitectura conforme surgen nuevos núcleos de población. Aquí entramos, por ejemplo, en Naboo o El Palacio Real de Theed en el que se funde la arquitectura del lugar con un planteamiento más “industrial” aunque todavía unida a la naturaleza y el lugar. Llevado al siguiente nivel, esta arquitectura industrial la podemos encontrar en ciudades como la ciudad Nube de Bespin o Coruscant, la ciudad-planeta, donde la arquitectura monumental se convierte en la protagonista.
Por último tenemos la tipología imperial. Siempre monótona con el mismo material y color tanto para los trajes como para el ambiente que lo rodea. Al utilizar un tipo de arquitectura siempre igual y con líneas duras en su diseño simboliza el orden sobre cualquier terreno y transmite una idea subconsciente de invasión.
Y así, con sólo unos bocetos, fue como se fijaron las líneas a seguir de un universo que nos sigue cautivando desde hace más de 40 años.